Paraguay, nuevo miembro de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA)
Recientemente Paraguay ha pasado a formar parte de la “Agencia Internacional de Energías Renovables” (IRENA) – organismo internacional en materia de energías renovables. En efecto, a través de la Ley N° 5984/2017, el Paraguay ha ratificado el “Estatuto de IRENA”. En el presente artículo abordaremos 3 aspectos centrales: i) el objeto IRENA; ii) la función del fondo para “proyectos de energía renovable”; y iii) la situación actual y Perspectivas de Paraguay. Finalmente, esbozamos algunas conclusiones sobre el tema.
1- IRENA. Su Objeto
IRENA fue establecida en Bonn en el año 2009. Su Estatuto entró en vigor el 8 de julio de 2010 convirtiéndola así en la primera organización internacional creada en el siglo XXI.Actualmente tiene su sede en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y cuenta con 156 países miembros. Compuesta por 3 órganos: Asamblea, Consejo y Secretaría, IRENA como misión la promoción e implantación de todas las formas de energía renovable y su uso sostenible. El organismo busca ser el centro de excelencia en materia de tecnología de las energías renovables y un ente facilitador y catalizador dedicado a proveer experiencia sobre aplicaciones prácticas y políticas. Si bien IRENA no tiene atribuciones para establecer obligaciones entre sus Estados miembros, existen iniciativas dignas de destacar las cuales podrán generar un impacto transformador en la vida de todos los habitantes de la región. Nos referimos precisamente al Corredor de Energía Limpia de América Central y el Corredor de Energía Limpia de África que pretende desarrollar un sistema de interconexión de energía. Asimismo, IRENA coopera con el “Fondo para el Desarrollo” (ADFD) de Abu Dhabi para apoyar proyectos en países en vías de desarrollo.
2- Financiación Accesible: Fondo para Proyectos de Energía Renovable
El ADFD aporta US$ 350 millones anuales en forma de préstamos concesionales, distribuidos en 7 ciclos durante el año. IRENA y el ADFD cooperan para apoyar proyectos en países en vías en desarrollo a través de un “fondo para proyectos conjunto”. Para que sean considerados los proyectos de energía renovable deben ser: i) reproducibles; ii) escalables; y, iii) de carácter transformador.
¿Cómo funciona el ADFD?
Los candidatos deben presentar un Resumen Ejecutivo del Proyecto. Las candidaturas son evaluadas por un grupo de paneles de expertos independiente que preselecciona los proyectos basándose en la factibilidad técnica, viabilidad económica/financiera y los impactos socioeconómico y medioambiental. Luego, se solicita a los pre-seleccionados que presenten un estudio completo de viabilidad económica. El ADFD hace la selección de los proyectos ganadores basado en la recomendación de IRENA. En cada ciclo se encuentra disponible US$ 50 millones a una tasa de interés entre el 1% y el 2% por una duración de 20 años, incluyendo un período de gracia de 5 años. Cabe señalar que el préstamo sólo puede cubrir hasta el 50% de los costos del proyecto. Debiendo el resto ser co-financiado. Esta cofinanciación puede ser del gobierno, otros fondos de desarrollo o inclusive del sector privado.
¿Pero… cuál es el secreto?
Una característica fundamental de elegibilidad, es que los proyectos deben contar con el apoyo y ser prioritarios para el gobierno del país receptor, así como poder obtener una garantía soberana del gobierno. Esto se debe a que las solicitudes de proyectos pueden ser enviados por ministerios, instituciones semi-gubernamentales o empresas privadas. La forma de instrumentar la “garantía soberana” mencionada en el párrafo anterior, se realiza a través de una Carta de Garantía Gubernamental emitida por el Ministerio encargado de préstamos internacionales -en nuestro caso del Ministerio de Hacienda. Otro punto a tener en cuenta es que los proyectos deben ser de infraestructura; así como estar en fase de estudio de viabilidad y pre-ejecución. Esto significa que deben ser presentados antes de la licitación, contratación y ejecución. Sobre el particular, surge la duda de si el mecanismo de contratación establecido por IRENA -para el caso de proyectos presentados por particulares- necesariamente deben ser ejecutados a través de Licitaciones Públicas con alguna institución del Estado Paraguayo.
3- Paraguay: Situación actual y perspectivas
Si bien actualmente contamos con la mayor hidroeléctrica del mundo, y a la vez somos un país donde casi el 100% de la energía generada proviene de fuentes renovables, no debemos quedarnos con este panorama. En el 2017, El desarrollo de proyectos de energías renovables creció exponencialmente. A este paso, podríamos convertirnos en el país “que alguna vez fue el mayor generador de energía renovable del mundo”, que no pudo y/o no quiso crecer. Y aquí viene el rol de IRENA, el cual debería ser de sumo interés para el Paraguay. A través de sus programas y sus fondos, IRENA propone una financiación accesible debiendo cumplir con ciertos criterios como la diversidad geográfica y tecnológica.
Tras la recomendación para aprobar el proyecto por parte de RIENA, se firman acuerdos de préstamo por convenios bilaterales entre ADFD y los solicitantes de los proyectos seleccionados.
4- Conclusión
La Plataforma IRENA de Energía Sostenible brinda un “hub” para inversores, desarrolladores de proyectos, proveedores de servicios de tecnologías. Dicha Plataforma provee gran facilidad y seguridad para el intercambio seguro de información entre los participantes y contacto con potenciales inversores o interesados en desarrollar un proyecto en particular. Con el apoyo, asesoramiento y expertise de IRENA para explorar y explotar de otras fuentes de energía renovable, ya serían menos los argumentos para no avanzar hacia nuevos rumbos en nuestro país. Sólo depende de la buena voluntad de quienes están a cargo de impulsar estas políticas e innovaciones energéticas. Quizás podríamos seguir el ejemplo de Argentina, ya que en 2017 obtuvo un reconocimiento por parte de IRENA por su exitoso “Año de la Energía Renovable”, país que durante el proceso terminó atrayendo aproximadamente US$ 35 billones en inversiones en energía renovable.